Otras veces, la falta de persistencia no nos conduce a la meta. Otro de los aspectos más negativos es la prisa, la cual está haciendo estragos. En mi tiempo de adolescente escuchaba a personas muy exitosas decir, que para alcanzar el primer millón había trabajar con éxito un promedio de veinte años, ahora las cosas son diferentes, en ese tiempo desarrollando un negocio se quieren acumular veinte millones, o sea un millón por año lo cual es muy difícil que se pueda obtener en negocios lícitos. Hemos querido poner un ejemplo tomando como referencia el dinero porque es en lo que la mayoría de las personas fija sus metas.
Si la meta fijada es el conocimiento de alguna área de especialización, generalmente recibimos la inspiración de alguien a quien admiramos o entendemos que ahí se gana dinero y prestigio, pero eso también es cuestión de tiempo. Cuántos años le tomó por ejemplo, a un médico hacer una especialidad, posicionarse en la consulta o en la cátedra universitaria. También llegar donde ha llegado fue cuestión de tiempo; esa es la principal de las variables que deben ser controladas, pero que la desesperación no deja que se cumpla la ley del proceso que definitivamente toda meta u objetivo planteado tiene que cumplir. Cuando nos damos la oportunidad de que la cosas cumplan con esa ley, sin parar de trabajar, entonces tendremos menos frustraciones y nuestra vida será más feliz.
Cuando nos proponemos una meta y trabajamos para ella respetando el tiempo de cada uno de los procesos los resultados van a llegar si es que nos pertenecen. La sabiduría popular nos ha enseñado que cuando algo te pertenece te llegará sin arrugas, en otras palabras te llegará derecho.
Algunas cosas que siempre que nos fijemos metas debemos tomar en cuenta:
1. Fijarse metas alcanzables
2. Nunca fijarse metas en función de logros obtenidos por otros
3. Clasifica tus metas, corto, mediano y largo plazo
4. Escribe tus metas y traza una línea de acción que te lleve a cumplirlas
5. Nunca compromerterse si de antemano sabemos que no podremos alcanzarla
6. No olvidar que el responsable de alcanzar esas metas es el que se las ha propuesto y nadie más
Seguir algunas de estas sugerencias ayudarían mantenernos durante el año cargado de esperanzas y sin mucho espacio para las frustraciones.
Felicidades en el 2011 para todos aquellos lectores y lectoras que nos privilegian leyendo lo que escribimos
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