domingo, 21 de agosto de 2011

De seres espirituales a máquinas del tiempo

¿Por qué correr tanto sino podremos cargar con todos los bienes adquiridos?

¿Por qué tanta sed de poder si cuando nos despidamos de este plano no podremos gobernar nada ni a nadie? Son muchas las preguntas que podemos formular acerca de cómo nos estamos manejando con el tiempo que nos ha tocado vivir, al cual muchos llaman dictador porque controla nuestro quehacer y nos impone sus reglas, sin embargo los verdaderos dictadores somos lo que queremos controlar algo que no hemos creado y no nos pertenece.

Con la vida acelerada que llevamos, nos da la impresión que ha habido una contracción del tiempo, que se nos está acabando y que debemos movernos a la velocidad de la luz. Hemos relativizado el tiempo como en la paradoja de los gemelos.

Las instituciones donde laboramos quieren las cosas para ayer y después de entregadas las guardan y muchas veces pasan a formar parte de un archivo muerto o simplemente no sabemos que se hizo con ellas y se solicitó a toda prisa.

Son muchas las personas que reclaman lo reducido que le resulta el tiempo laboral, ¿por qué tanto para otro y tan poco tiempo para nosotros?. No alcanzamos a disfrutar el tiempo de un merecido descanso o unas vacaciones y cuando esto se hace muchas veces se llega tener cargos de conciencia por haber Abusado del Tiempo.

Somos seres espirituales, no máquinas de producción, podríamos formular algunas preguntas, que dependiendo de su respuesta podrá clasificarte, si mantienes la esencia de un ser espiritual o te comportas como una máquina del tiempo, hacedora de dinero y fabricante de estrés de la mejor calidad por la cantidad de enfermedades que podría producir. Veamos algunas preguntas:

1. ¿Cuánto tiempo del día dedicas a la meditación o relajación?

2. ¿Cuánto tiempo dedicas hacer algún tipo de ejercicio físico?

3. ¿Algunos minutos del día lo dedicas al Señor nuestro Dios o algún Ser divino cuyo contacto diario te ayude a fortalecerte espiritualmente?

4. ¿Por lo menos dedicsa un mínimo de 15 minutos diario para leer algo que te fortalezca espiritualmente o te ayude a mejorar tu actitud?

5. ¿Quién tiene el control de tu agenda?

6. Cuando estás reunido con tu familia, ¿te atreverías a tener el celular apagado?

Nadie sabe el tiempo que le va tocar vivir en este plano, y del otro o de los otros no tenemos muchas informaciones, lo mejor es que vivamos tratando de mantener el control sobre los asuntos de más trascendencia en nuestra vida, que es lo que hace un ser espiritual, valorar lo interior por encima de lo exterior y el Ser por encima del Parecer.

domingo, 7 de agosto de 2011

Luz, más luz



Se afirma que esta frase fueron las últimas palabras pronunciadas por el ilustre poeta Goethe, la hemos tomado como título de este trabajo por el significado tan profundo y con ella aceptamos que el Ser Humano es un ser de luz; sabemos que para muchos resulta difícil de aceptar, pero es así.


Posiblemente la forma en que vivimos no nos deja ver la luz que tenemos dentro, pero definitivamente el Ser Supremo nos hizo como seres iluminados, sólo que a través de un largo viaje hacia nuestro interior es que podemos encontrar esa luz y más luz.


También tenemos una voz interior que nos guía, pero nuestro propio ruido y el que produce el entorno donde nos desenvolvemos no nos deja escucharla cuando nos quiere guiar por el mejor de los senderos.


Porqué tantas personas afirman que se sienten vacías, ¿acaso somos un recipiente que nos pusieron en este mundo para que nos llenaran?, nuestra gran y hermosa tarea consiste en descubrir todo cuanto tenemos dentro y ayudar a otros a que lo descubran, si ese es su deseo, porque el deseo de cambiar es personal; no en vano Aristóteles escribió:


Para mí el gran vencedor no es el vence un ejército enemigo, sino el que se conquista a sí mismo venciendo sus propios miedos para alcanzar sus deseos.


Vencer los miedos para alcanzar tus sueños, deseos o metas, se logra cuando descubres tu luz interior, lo que también conduce a descubrir el líder que hay dentro de cada uno de nosotros, pero muchas veces por esa programación que nos introdujeron desde muy temprano, la cual se ha convertido en el gran obstáculo para cambiar nuestra actitud ante la vida, tantas personas ven la parte vacía del vaso y no la parte llena.


El que ve la parte vacía del vaso tiende alcanzar logros muchas veces usando artimañas, porque ha vivido en la oscuridad y es ambicioso por naturaleza, generalmente no se detiene frente al menor quebrantamiento de la ética.


El que trabaja en su propio desarrollo, buscando la luz y el líder que hay dentro de él o de ella, definitivamente está mejor plantado en la vida y no tiene la necesidad de abrir caminos para andar, porque ellos se le abren solos, frente a cualquier problema, aparecen soluciones las cuales con esa claridad mental que produce el largo viaje hacia nuestro interior permite escoger la mejor de ellas, porque viene acompañada de su propia luz, sin tener la necesidad de pedírsela a nadie.


Concluimos citando a nuestro Maestro El Swami Gurú Devanand Saraswati Ji Maharaj, cuando dijo:


Los títulos caen encendidos por el fuego de la luz divina que llevamos dentro. Somos seres iluminados, vamos a descubrir esa poderosa luz interior.