Se afirma que esta frase fueron las últimas palabras pronunciadas por el ilustre poeta Goethe, la hemos tomado como título de este trabajo por el significado tan profundo y con ella aceptamos que el Ser Humano es un ser de luz; sabemos que para muchos resulta difícil de aceptar, pero es así.
Posiblemente la forma en que vivimos no nos deja ver la luz que tenemos dentro, pero definitivamente el Ser Supremo nos hizo como seres iluminados, sólo que a través de un largo viaje hacia nuestro interior es que podemos encontrar esa luz y más luz.
También tenemos una voz interior que nos guía, pero nuestro propio ruido y el que produce el entorno donde nos desenvolvemos no nos deja escucharla cuando nos quiere guiar por el mejor de los senderos.
Porqué tantas personas afirman que se sienten vacías, ¿acaso somos un recipiente que nos pusieron en este mundo para que nos llenaran?, nuestra gran y hermosa tarea consiste en descubrir todo cuanto tenemos dentro y ayudar a otros a que lo descubran, si ese es su deseo, porque el deseo de cambiar es personal; no en vano Aristóteles escribió:
Para mí el gran vencedor no es el vence un ejército enemigo, sino el que se conquista a sí mismo venciendo sus propios miedos para alcanzar sus deseos.
Vencer los miedos para alcanzar tus sueños, deseos o metas, se logra cuando descubres tu luz interior, lo que también conduce a descubrir el líder que hay dentro de cada uno de nosotros, pero muchas veces por esa programación que nos introdujeron desde muy temprano, la cual se ha convertido en el gran obstáculo para cambiar nuestra actitud ante la vida, tantas personas ven la parte vacía del vaso y no la parte llena.
El que ve la parte vacía del vaso tiende alcanzar logros muchas veces usando artimañas, porque ha vivido en la oscuridad y es ambicioso por naturaleza, generalmente no se detiene frente al menor quebrantamiento de la ética.
El que trabaja en su propio desarrollo, buscando la luz y el líder que hay dentro de él o de ella, definitivamente está mejor plantado en la vida y no tiene la necesidad de abrir caminos para andar, porque ellos se le abren solos, frente a cualquier problema, aparecen soluciones las cuales con esa claridad mental que produce el largo viaje hacia nuestro interior permite escoger la mejor de ellas, porque viene acompañada de su propia luz, sin tener la necesidad de pedírsela a nadie.
Concluimos citando a nuestro Maestro El Swami Gurú Devanand Saraswati Ji Maharaj, cuando dijo:
Los títulos caen encendidos por el fuego de la luz divina que llevamos dentro. Somos seres iluminados, vamos a descubrir esa poderosa luz interior.
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