El interés por el estudio de las ciencias naturales no está en su mejor momento en el país, ni para las carreras de física, química y biología, ni mucho menos para las áreas de educación en sus diferentes menciones : biología, química, física y matemática.
Sentimos que navegamos en un velero con los vientos en contra, cuando deberíamos navegar en un barco movido por energía atómica y así estrechar la brecha que nos separa de los que gobiernan el mundo, poseedores de la ciencia y la tecnología y por ende del poder económico.
Sentimos que navegamos en un velero con los vientos en contra, cuando deberíamos navegar en un barco movido por energía atómica y así estrechar la brecha que nos separa de los que gobiernan el mundo, poseedores de la ciencia y la tecnología y por ende del poder económico.
No tenemos una clara definición de lo que queremos. Con el Plan Decenal de Educación nacieron muchas esperanzas, pero las mismas se han ido desvaneciendo. No sentimos tener un perfil del maestro que necesita la nación dominicana para que sea un puntal de desarrollo y un transformador de conciencias y estructuras socioeconómicas. El proceso de cambios que el país debería experimentar en los próximos años se verá seriamente afectado tanto en el orden cualitativo del individuo como en el cuantitativo de la sociedad si no se toman medidas urgentes.
A manera de ejemplo, tomemos como muestra el ingreso de estudiantes en la Universidad Autónoma de Santo Domingo, en el segundo semestre del 2000. Vamos a asumir que dicho centro es el principal proveedor de ese valioso recurso humano al sistema educativo nacional.
A la mención en física y matemática ingresaron 67 estudiantes y a la biología y química, 1281 estudiantes, para un total de 1348. Esta cantidad incluye la sede central y los centros regionales. Si tomamos la población estudiantil de la UASD como 80,000 estudiantes, el porcentaje de las menciones representa 1.7% aproximadamente.
A la mención en física y matemática ingresaron 67 estudiantes y a la biología y química, 1281 estudiantes, para un total de 1348. Esta cantidad incluye la sede central y los centros regionales. Si tomamos la población estudiantil de la UASD como 80,000 estudiantes, el porcentaje de las menciones representa 1.7% aproximadamente.
Este porcentaje no deja duda de que tenemos un gran déficit de maestros y maestras.Este ausentismo es motivo de preocupación de los directores del sector privado y debería serlo de las principales autoridades del sector público, que además de controlar el 80% de la población escolar, supervisan la calidad del 20% restante. Tenemos la sensación de que la metodología que se está siguiendo en la formación de maestros se está quedando a niveles sensitivos y no se están activando los niveles intelectuales y psicomotores, esto lo decimos por el bajo nivel que en general poseen los maestros y maestras en ejercicio, salvo su honrosas excepciones.
Si a esto le agregamos la velocidad a la que avanzan la ciencia y la tecnología, tenemos que deducir que estamos frente a un gran problema. Solo un plan de formación y capacitación de maestros a largo plazo con incentivos especiales puede llenar las aulas universitarias.
Claro que tenemos un gran deficit de profesores si los que son aceptados en las grandes instituciones como profesores capacitados no tienen dominio de la lengua y cuando hablan haciendo alarde de sus conocimieentos terminan diciendo puras burradas reconocemos que estan por una botella o por politica(claro le hacen a alguien sus tesis de grado y a cambio le ayudan a conseguir una botella, ya sea en la UASD. como en Colegios reconocidos que son propiedad de alguna secta religiosa o demas. Yo creo que antes de contratar a alguna persona para que se encargue de la educacion de nuestros niños y jovenes deberian ser examinados y reevaluados para que un futuro nuestros estudiantes no resulten profesionales mediocres
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