sábado, 27 de marzo de 2010

Tecnología sin esclavitud


En estos tiempos la ciencia y de manera especial su más evidente manifestación que lo es la tecnología se han adueñado del escenario hasta tal punto que nos controlan a veces sin nosotros saberlo o simplemnete respondemos a sus dictámenes porque así lo quizo el dispositivo que tengo en mis manos o en mi entorno.

Estas nuevas tecnologías están normando nuestra vida, llegando muchas a creernos que somos seres de otro mundo y que podemos mantener nuestra atención y nuestro enfoque en los objetivos que perseguimos. Veamos los siguientes ejemplos:


* Mientras se conduce un automóvil se habla por un teléfono celular o algunos más osados mandan los famosos minimensajes.


* Se asiste a una aula y mientra el profesor explica, algunos estudiantes tienen colocados unos audífonos escuchando su música favorita, luego dicen que no entendieron lo que el sacrificado profesor se esforzó en explicar, muchas veces rebuscando argumentos en lo más recóndito de la pedagogía.


* Unos ojos enrojecidos y un sueño incompleto, un rostro que refleja cansancio, no precisamente de estudiar, sino de chatear.


* Una carrera, cuya meta final nadie alcanzará, poder mantenerse al día con el último modelo de teléfono móvil que salió al mercado.


* Es más importante estar en facebook y en twitter que conocer aspectos importentes de la familia o de lo que está pasando en mi propio enterno y que nos puede afectar de manera directa.


Esas innovaciones tecnológicas que están siendo explotadas comercialmente, mediante recursos mercadotécnicos llevan la gente a creer que sin ese dispositivo la vida no tendría sentido, creando con ello falsas necesidades.


Nos están empujando a una forma de esclavitud, dependencia y apego, no tener el útimo modelo de un celular hiere el orgullo de muchos, especialmente cuando están ante un grupo de personas in y reciben una llamada, sintiendo verguenza de sacar el aparato que tienen, que muchas veces tienen un año de atraso con respecto al último modelo llegado al país , hasta ahí hemos llegado.


La primera calculadora llegó a mis manos en el año 1974, mientras realizaba estudios fuera del país y en un año cambié tres calculadoras y cuando me di cuenta que era una carrera imposible de ganar me retiré de la competencia para no terminar aplastado por un competidor invencible, esto me pareció a la fábula del tiburón y la sardina, busqué un argumento de consolación, simplemente pensé en lo que utilicé para calcular en vida de estudiante de física, una regla de cálculo, con muchas limitaciones, pero calculabamos y especialmente no atrofiamos nuestra capacidad de pensar.


No es nada extraño escuchar un estudiante pedir una calculadora para sacar la raíz cuadrada de 16, no se quien estará más cerca de adquirir la enfermedad de Alzheimer, si los esclavos de algunas tecnologías o los que aún creemos que esa cabeza nos la puso Dios para que pensáramos y fuéramos capaces de conducir nuestra vida sin ataduras a nada. Invitamos a usar todas la tecnologías que te lleguen a la manos y que realmente necesites, pero con mesura y equilibrio, nunca colocarlas por encima de la esencia de tu ser.


Estamos de acuerdo con la frase del poeta hindú R. Tagore: Primero ser y después adquirir.






sábado, 20 de marzo de 2010

Algunas estrategias de aprendizaje para tiempos difíciles


El título de este trabajo puede ser algo extraño, porque definitvamente que nadie tiene una fórmula o un código que el que lo aplica pueda alcanzar el conocimiento buscado; el que quiere ser transmitido en una clase o cualquier otro escenario donde alguien quiera transmitir algún conocimiento.

En ciencias de la naturaleza y matemáticas es más difícil aún por cuestiones de tipo culturales, las cuales gravitan de manera muy significativas en los estudiantes, el mismo formulismo empleado por esas importantes áreas la hace un poco más complicadas para muchos, en cambio para otros es todo lo contrario, siempre ha sido y será así. Muestra de ello es que de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas, la población mundial es de 6,200 millones de personas y aproximadamente 250,000 se dedican a la investigación científica; si calcula el porcentaje se notará que es muy bajo si compara con esa población.


Ese porcentaje es responsable de todo cuanto ocurre en el mundo en materia de ciencia y en alguna medida del propio desarrollo tecnológico que hoy disfrutamos.


Estos tiempos son realmente difíciles, una gran cantidad de jóvenes asiste a las aulas universitarias pero no tienen el rendimiento deseado, ni mucho menos reflejan algún tipo de compromiso con ellos mismos, ni con su familia que le paga sus estudios y mucho menos con la sociedad la que algún día tendrá que recibir los beneficios de su formación.


Muchas veces los docentes nos quedamos sin teorías y por supuesto sin las estrategias necesarias para seguir motivándolos para que estudien la asignatura, cumplan con los plazos para la entrega de los trabajos y sobre todo que cumplan con el plazo de graduarse en el tiempo previsto.


Resulta muy lastimoso ver cuantas asignaturas se retiran por semestre y cuantas son reprobadas. Hace algún tiempo he creído que los retiros y las reprobaciones constituirían un buen tema para una tesis en el área de economía o alguna otra disciplina similar, ¿cuánto invertimos los contribuyentes en la formación de cada estudiante universitario? Alguien podría decir que ese criterio no aplica a las universidades privadas, lo cual es falso, ya que todas las universidades dominicanas reciben alguna ayuda del estado en forma de dinero, becas, exoneraciones y otros favores.


Hay otros aspectos inherentes a estos nuevos tiempos que de alguna forma están incidiendo en que muchas de las estrategias fracasen, habiendo tenido éxito en otras latitudes del mundo y entre nosotros se hacen difíciles que funcionen. He ahí el gran reto que tenemos por delante, esta puede ser una buena tarea para que alguien la responda y nos cuente sus experiencias para aprender de ellas, es una tarea color de esperanza como dice la canción de Diego Torres.

sábado, 13 de marzo de 2010

De qué se hacen las cosas y las reacciones químicas


Somos usuarios de muchas cosas y no sabemos de que se hacen, alguien podría decir que no es importante saber eso, pero tal afirmación es desconocedora del papel que juega la ciencia en la formación cultural del individuo y también que nos hace dependientes de la ignorancia, en lugar de depender del conocimiento. Esa interacción permanente con el querer conocer, nos pone en el camino del crecimiento, no solo en plano intelectual, sino también en el plano de la ética y los valores espirituales.

Veamos algunos ejemplos interesantes de cuáles son las reacciones químicas que tienen que ver con cosas de las que somos usuarios o que están en nuestro entorno aunque nunca hayamos hecho uso de ellas:


Veamos algunas reacciones químicas que ocurren en nuestro alrededor: un papel que arde, un plátano o guineo (banano) que se madura o un trozo de hierro que se oxida, las propiedades físicas y químicas de las sustancias han cambiado. Estos cambios pueden presentarse de manera rápida o de manera lenta, a veces tan lentas que pueden durar años, sin embargo en cada caso se forman nuevas sustancias. Una reacción química ha ocurrido.


Una reacción química es un proceso bien definido que provoca la formación de nuevas sustancias con propiedades diferentes de aquellas poseídas por las sustancias originales. Durante una reacción química, al menos una de las sustancias se transforma en una nueva. El papel periodico se vuelve amarillento, cuando se expone al aire y a la luz del sol porque esta activa un componente químico del papel. Dicho componente reacciona con el oxígeno del aire, y se asume que una nueva sustancia se forma. Como una nueva sustancia refleja luz amarilla y absorbe otros colores, entonces el papel luce amarillo, he ahí una reacción química.


La combustión del papel es una reacción química, donde han intervenido el oxígeno del aire y el papel o cualquier otra sustancia que haya servido como combustible, para que ocurra la reacción la cual produce energía y otra sustacias, tiene que haber un equilibrio entre el oxígeno y la sustancia que se utilizará como combustible, cualquier exceso de una de las dos, el preceso no ocurre o se dificulta.


Con frecuencia, las soluciones de peróxido de hidrógeno (Agua oxígenada) se utilizan para limpiar heridas menores. Esta sustancia es producida por varias empresas, pero todas ellas lo envasan en recipientes oscuros y opacos a fin de proteger la solución de la luz y evitar una reacción química que desnaturalice el producto. La presencia de la luz en el peroxído de hidrógeno lo descompone en oxígeno y agua, he ahi una reacción química dicha con palabras.


La bauxita se compone casi en su totalidad por óxido de aluminio, el cual se separa de las otras sustancias de la bauxita y se funde con otras sustancias como la criolita. A esta mezcla se le pasa una corriente eléctrica. El óxido de aluminio absorbe la energía eléctrica y se descompone en oxígeno y aluminio, el cual es uno de los principales metales utilizados en la fabricación de la cubierta de los aviones, vemos como la bauxita es el mineral a partir de cual se extrae el aluminio, parte importante del avión donde viajas, he ahi una reacción química.


Algunos metales y sales metálicas producen una llama que poseen un color característico. La sustancia toma energía de la llama y luego la libera en forma de luz. Puesto que cada una de estas sustancias produce la llama del mismo color, los científicos la utilizan para identificar algunas sustancia desconocidas.


Los fabricantes de fuegos artificiales sacan provecho de estas llamas de colores de determinados metales para producir los espectáculos de fuegos artificiales o juegos pirotécnicos que tanto disfrutamos, he ahí una bellísima reacción química.