sábado, 15 de enero de 2011

Cambiando nosotros, cambiamos la sociedad


Si preguntáramos a muchas personas medianamente racionales si están conformes por el camino que va la sociedad, lo más probable es que recibamos una respuesta negativa, pero si hacemos la misma pregunta a otros niveles la respuesta no se haría esperar, sería aproximadamante igual. Talvez tengamos que concluir que el ser humano es inconforme por naturaleza o que realmente la sociedad necesita un cambio.

Es muy difícil que el ser humano quiera abandonar la posición de comodidad para introducir cambios importantes en su vida. Hay una hermosa frase atribuida a Albert Einstein que dice: Si quieres resultados diferentes, tienes que hacer cosas diferentes. Es ahí donde está el meollo del asunto, queremos tener resultados diferentes pero nos dejamos arrastrar por la rutina y por supuesto por las peores influencias con que somos bombardeados por la sociedad, la cual también nos alimenta a través de nuestros sentidos. Alguien con mucha propiedad escribió que la genética pone el proyectil y la sociedad lo dispara. Esos disparos van impactando en diferentes blancos y así se van construyendo cada uno de los patrones con los que nos mostramos en la vida, muchos de los cuales son deformadores y alienantes, de ahí que se constituyan en una veradadera retranca para el desarrollo personal y por ende para la sociedad.


Cuando comienzan a generarse cambios en nosotros por pequeños que estos sean, los mismos se van reflejando en la sociedad, porque esos cambios ocurren cuando activamos nuestra poderosa fuerza interna, la cual muchas veces subestimamos frente a la fuerza externa la cual erroneamente se le considera muy poderosa, nada más falso que esa creencia.


Es más cómodo vivir en el nido que salir a volar, es más cómodo vivir con la familia que independizarse, estos ejemplos nos reflejan que nuestros pensamientos habituales nos van colocando en esa zona de confort y nos adaptamos, perdiendo la perspectiva de cual es nuestra misión en la vida y como consecuencia de ello vamos perdiendo una serie de valores y atributos los cuales se convertirían en elementos transformadores de la sociedad, entre ellos citamos:


1. Nuestra identidad como persona y hasta como nación


2. La naturaleza ilimitada de nuestros pensamientos y sentimientos


3. La libertad de nuestro espíritu, de ahí que muchos seres humanos se vuelven tan fácilmente manipulables por políticos y promotores de diferentes productos


4. La belleza y la verdadera esencia de nuestro ser espiritual


Un ser consciente generalmente es un ser de paz que no tiene grandes conflictos con su mundo interior y que tiene la capacidad de discernir y poner en un momento dado los sentidos bajo su propia influencia y no bajo los dictámenes de las influencias externas. Cuando seamos capaces de tener control sobre ellos y algunos desenfrenos de la mente, podremos contribuir a cambiar la sociedad. Con una persona que haga eso, cambia su casa, con unos cuantos que lo hagan, cambian su entorno y con un gran conglomerado que lo haga tendremos cambios positivos en la sociedad.



domingo, 2 de enero de 2011

Año nuevo: esperanzas y frustraciones


Al iniciar un nuevo año siempre nos cargamos de esperanzas, hacemos planes muy concretos que muchas veces se quedan en papeles o en nuestros pensamientos, y se van acumulando como deseos insatisfechos, quizás porque nos planteamos metas en las cuales no analizamos todas las variables que están envueltas, donde algunas de esas variables no podemos controlar.

Otras veces, la falta de persistencia no nos conduce a la meta. Otro de los aspectos más negativos es la prisa, la cual está haciendo estragos. En mi tiempo de adolescente escuchaba a personas muy exitosas decir, que para alcanzar el primer millón había trabajar con éxito un promedio de veinte años, ahora las cosas son diferentes, en ese tiempo desarrollando un negocio se quieren acumular veinte millones, o sea un millón por año lo cual es muy difícil que se pueda obtener en negocios lícitos. Hemos querido poner un ejemplo tomando como referencia el dinero porque es en lo que la mayoría de las personas fija sus metas.


Si la meta fijada es el conocimiento de alguna área de especialización, generalmente recibimos la inspiración de alguien a quien admiramos o entendemos que ahí se gana dinero y prestigio, pero eso también es cuestión de tiempo. Cuántos años le tomó por ejemplo, a un médico hacer una especialidad, posicionarse en la consulta o en la cátedra universitaria. También llegar donde ha llegado fue cuestión de tiempo; esa es la principal de las variables que deben ser controladas, pero que la desesperación no deja que se cumpla la ley del proceso que definitivamente toda meta u objetivo planteado tiene que cumplir. Cuando nos damos la oportunidad de que la cosas cumplan con esa ley, sin parar de trabajar, entonces tendremos menos frustraciones y nuestra vida será más feliz.


Cuando nos proponemos una meta y trabajamos para ella respetando el tiempo de cada uno de los procesos los resultados van a llegar si es que nos pertenecen. La sabiduría popular nos ha enseñado que cuando algo te pertenece te llegará sin arrugas, en otras palabras te llegará derecho.

Algunas cosas que siempre que nos fijemos metas debemos tomar en cuenta:

1. Fijarse metas alcanzables

2. Nunca fijarse metas en función de logros obtenidos por otros

3. Clasifica tus metas, corto, mediano y largo plazo

4. Escribe tus metas y traza una línea de acción que te lleve a cumplirlas

5. Nunca compromerterse si de antemano sabemos que no podremos alcanzarla

6. No olvidar que el responsable de alcanzar esas metas es el que se las ha propuesto y nadie más

Seguir algunas de estas sugerencias ayudarían mantenernos durante el año cargado de esperanzas y sin mucho espacio para las frustraciones.

Felicidades en el 2011 para todos aquellos lectores y lectoras que nos privilegian leyendo lo que escribimos