viernes, 20 de mayo de 2011

Los verbos en acción, transitar del ser al parecer: segunda parte



Comprender el verdadero significado de los verbos nos llevan a introducir cambios importantes en nuestra vida. Esta comprensión implica la internalización de su significado. Alguien podría decir que no necesita cambios en su vida, pero todos tenemos que cambiar cosas que no nos gustan o que molestan a personas con las que tenemos que compartir de manera casi obligada, sea esto por razones de pareja, por razones de trabajo o por alguna otra.



Cuando nos preocupamos más por el parecer que por el ser, definitivamente tenemos urgencia en introducir cambios importantes, porque el parecer causa más molestias o incomodidad a los demás que vivir la esencia de nuestro ser, que debe constituirse en lo primordial en nuestra vida.


Cambiar es una decisión difícil, especialmente si entendemos que son los demás los que deben entendernos o que los demás son los que tienen problemas, hay cuestiones de ese tipo que forman parte de los patrones con los que nos educaron por lo que cualquier cambio de hábito, costumbre o patrón de conducta se hace difícil.


Esos hábitos o patrones han echado raíces tan profundas en nosotros que muchas veces pasan de una generación a otra, llevando mensajes negativos. He ahí un ejemplo de como algunos patrones culturales transitan durante siglos, dejando profundas huellas en nosotros, muchas de ellas difíciles de erradicar, originándose el escenario para las grandes batallas con nuestra mente, la cual muchas veces nos parece que nunca saldremos triunfadores, pero es posible hacer el tránsito de lo que nos molesta y no nos deja avanzar hacia lo que nos tranquiliza y nos permite ser una persona diferente con otras actitudes ante la vida.


Preparémonos para transitar por el camino que nos lleve:


* Del parecer al ser


* De la pobreza a la riqueza por la vía de la honestidad


* De la pobreza a la riqueza de espiritu


* De un proyecto de vida a un ideal de vida


Entre otras opciones importantes para tener una existencia feliz y cargada de recompensas por habernos atrevido a querer cambiar cosas de nuestra de vida, que no eran de nuestro agrado, ni tampoco lo eran del agrado de los seres humanos que nos rodean.