domingo, 20 de marzo de 2011

Viajando a nuestro interior: primera parte


Nuestro interior, es una expresión muy utilizada y recomendada por muchos para referirse a la paz, a la belleza, a los problemas y a todas aquellos aspectos de la vida para los que no se tiene una explicación clara, por la profundidad que tienen o aparentan tener. Una pregunta obligada sería ¿Dónde podemos encontrar nuestro interior? algunas cosas importantísimas, las cuales le dan el verdadero sentido a la vida no sabemos donde están; citamos como ejemplo el amor: siempre se nos ha dicho que está en nuestro corazón pero el mejor cirujano cardiovascular no lo podrá encontrar porque es algo que pertenece a lo divino y que solamente con una buena relación con el Ser Supremo podemos llegar a encontrarlo y comprender su verdadero significado.


Algo similar pasa con nuestro interior, al cual resulta verdaderamente difícil de llegar; haría falta introducir muchos cambios importantes en nuestra vida para llegar a ese lugar tan especial y sobretodo estar preparado para librar una batalla permanente con nuestra mente. Son muchos los obstáculos que hay que vencer para recorrer el largo camino que nos llevaría a nuestro interior, si es que se tiene la persistencia para recorrerlo; veamos algunos de esos obstáculos, que no son los mayores que hay que enfrentar:


1. Conocerse a sí mismo sin compararse con los demás

2. Introducir cambios importantes en su vida, especialmente en hábitos y costumbres con las que estamos en desacuerdo

3. Desear ser feliz y tratar de hacer feliz a todos los que nos rodean

4. Entender nuestro papel en el mundo, teniendo la claridad necesaria de cual es nuestra responsabilidad, a qué hemos venido a este plano, porqué el Señor no puso aquí y ahora

5. Colocar el sacrificio por encima del placer

6. Llevar una vida austera y disfrutar plenamente de ella por encima del dispendio que se ha ido imponiendo en esta sociedad de hoy.


Estos son algunos aspectos que deben ser tomados en cuenta como parte de esa preparación inicial que nos llevaría a nuestro interior a encontrarnos con nuestra alma.


A lo largo del camino hay que vencer obstáculos muy poderosos si los comparamos con los propuestos anteriormente, veamos los siguientes: El ego: El ego es lo opuesto a la verdadera esencia del ser, corresponde a la trampa creada por la sociedad, en la cual se nos va moldeando y terminamos creyéndo cuantas sandeces nos dicen, por ejemplo que inteligente eres, todo cuanto te pones te queda bien y cuantas cosas más. Especialmente si eres un político que te desempeñas en alguna posición gubermental, ese ego se infla y si se combina con algunos de naturaleza intelectual, el asunto se vuelve aún más complicado, porque no hay forma de desinflar el ego creado.

Esos falsos elogios van minando la verdadera esencia del ser, se va perdiendo la autenticidad, se distorsiona el horizonte y el camino de la verdad y por supuesto también el camino que conduce a la humildad. Por ejemplo los niños nacen sin ego, no tienen sentido del yo, este es impuesto por la sociedad y muchas veces alimentado por la propia familia y los que le rodean, que lo van llenando, se lo van creyendo y terminan con el más alto nivel de ego pero sin la autenticidad del ser. ¿A quién le hace daño el ego?

No hay nada ni nadie que pueda salir beneficiado del ego, bastaría con mencionar que es el causante de todos los conflictos, guerras entre países, pleito entre personas, celos entre parejas y entre amigos, rupturas de sociedades comerciales, miedo y depresión, sólo por mencionar unas cuantas.

Consideramos como uno de los grandes obstáculos que se interponen en nuestro largo viaje hacia nuestro interior. Continuaremos presentando otros de los grandes escollos que frenan nuestra evolución espiritual.

jueves, 10 de marzo de 2011

En la vida fácil no hay aprendizaje


En cualquier aspecto de la vida en que deseáramos tener algun avance significativo debemos sacar un aprendizaje y si no es así nuestra vida sería bastante irresoluta, por supuesto que ese aprendizaje está relacionado con la capacidad que desarrollemos para resolver todos y cada uno de los problemas que se van presentando.

Podríamos enunciar como una ley de que no hay aprendizaje sin sacrificio, los problemas son la materia prima para el crecimiento y desarrollo del ser humano y si esto no se acepta como parte esencial en la vida entonces que nadie pretenda que alcanzar nada importante en la vida, desde levantar una familia, formarse profesionalmente o simplemente ser un ciudadano o ciudadana apegado a las normas del buen vivir, la sana convivencia y el respeto a las reglas establecidas por la sociedad.

Si examinamos la vida que han llevado los grandes hombres y mujeres que se han destacado por sus aportes a la sociedad, todos sin excepción han tenido que hacer un largo, pero muy largo sacrificio para ver realizados sus sueños. Muchos no pudieron verlo hecho realidad, son muchos los casos que podemos poner como ejemplo.

Hoy al Religioso Gregorio Mendel se le considera el padre de la genética moderna, aproximadamente 150 años después de su muerte, pero su entrega y sacrificio durante muchos años para llegar a la formulación de las leyes de herencia sentaron las bases de la genética moderna.

Hoy estamos viviendo tiempos difíciles, porque se quieren logros rápidos y muchos, los docentes que trabajamos en áreas de matemática y ciencia no la estamos pasando bien. Cuando abordamos un tema la pregunta obligada es: ¿con qué formula lo resuelvo?, porque no se quiere ni tomarse la molestia de ir a nutrirse a las diferentes fuentes bibliográficas, porque se considera que hay que pensar mucho.

Sin darnos cuenta estamos matando muchas cosas, entre ellas citamos..

* El crecimiento y desarrollo humano

* El desarrollo sostenido de la sociedad y sus instituciones

* La independencia económica del país como el gran conglomerado de las familias

Podríamos hacer una lista interminable de las cosas que estamos matando o castrando por no reconocer que los problemas son la materia prima más importante para el crecimiento y desarrollo de un individuo mentalmente sano y con actitudes positivas ante la vida.