sábado, 31 de julio de 2010

No avanzamos porque no amamos las cosas sencillas


Este título que se sale un poco de lo común debe despertar la curiosidad, la cual bien usada es un verdadero puente hacia el conocimiento, es una invitación a la reflexión, la cual empezaremos con una pregunta. ¿Por qué el ser humano le gusta hacer las cosas tan complicadas?

Si nos guiamos de la gran maestra de la vida que es la naturaleza, sus respuestas son sencillas; si nos vamos a los enunciados de las leyes de la Física, Química y la Biología en su mayoría son expresiones sencillas, tan sencillas resultan, que muchas personas que no manejan el lenguaje científico no creen que expresiones tan sencillas constituyan leyes fundamentales de la naturaleza. Por ejemplo: Los metales al calentarse se dilatan; esa expresión nos parece sencilla y lo es, ella expresa el comportamiento de los metales cuando se le suministra calor.

Si ponemos otros ejemplos nos van a parecer similares porque son expresiones muy depuradas del comportamiento de la naturaleza, que después de mucho estudio el científico desentrañó ese secreto de la naturaleza. La Tierra tiende a atraer todos los cuerpos hacia su centro, esa es la conocida ley de la atracción gravitatoria. Así podríamos poner muchos ejemplos y probablemente todos se puedan expresar con muy pocas palabras, tal véz en una o dos líneas.

Creemos que esa tendencia a complejizar las cosas tiene profundas raíces culturales y en algunos casos un deseo de exhibir el ego de quien está manejando dichas leyes. Soy de los que cree, que la sencillez en expresar un concepto esta relacionado con el dominio de este por quien lo está exponiendo, es posible que no domine el arte de enseñar pero eso jamás va a llevar a nadie a no poder explicar de manera sencilla un tema. Por otra parte, me resulta difícil creer en la consabida frase: Yo lo sé, pero no lo sé explicar.

Cuando nos adentramos en un tema descubrimos que no es tan complicado como aparenta, cuando se llega a la verdadera esencia de las cosas, no importa de lo que se trate, descubrimos que la complejidad era pura apariencia y sobre todo que esa aparente complejidad no es más que un monton de cosas simples apiladas.

Dicen que el ADN humano está constituido por tres mil millones de secuencias de cromosomas, pero la cantidad de letras que se utilizan para describir estas secuencias son unicamente cuatro.

La tela por compleja que nos parezca está hecha de una secuencia de hebras de hilo.

Cuando las cosas se simplifican hasta el grado en que realmente lo son, se logra estar más cerca de la verdad.

Si quieren entender que está sucediendo en el mundo, necesitan desarrollar la capacidad de irse a lo simple y de esa manera podrán llegar a la comprensión del problema y descubrirán que no era tan complejo como parecía.

El camino de pasar de lo simple a lo complejo no es nuevo, pero lamentablemente ha sido abandonado por muchos de los que tienen en sus manos la toma de decisiones en el campo de lo económico y lo político. En una ocasión, discutiendo ese problema con un teórico de un partido, cuando se quedó sin argumento convincente, terminó la discusión afirmando de manera categórica que en política la sencillez no vende porque al no impresionar la gente no termina creyendo en cosas que le parezcan muy sencillas. Por favor favor saque usted su propia conclusión.


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