miércoles, 1 de julio de 2009

Cazadores de Talentos


Hablar de educación y de educadores(as) nunca será un tema terminado por mucho que se halla escrito acerca de ello.
De ahí que alguien estableciera casi como una regla de oro, que la educación es un proceso que se inicia en la cuna y termina en la mecedora. Su valor tangible es muy fácil de medir; bastaría conocer los logros que en el campo de la ciencia, la tecnología y la cultura exhiben los países que de manera permanente y racional invierten en educción.


No podemos negar que en la educación dominicana y probablemente ocurra en otros países, hemos obtenidos logros, pero los mismos no se han producido con la celeridad que el país necesita. Son muchos los factores que han influido para que los mismos no hayan sido mayores. De estos factores citamos: la politización del sistema educativo, la falta de vocación de la mayoría de los docentes, lo cual les ha impedido ampliar sus propios horizontes y verse a sí mismos como constructores de la sociedad, formadores de conciencias y forjadores de vocaciones.


Es muy difícil poder cuantificar los científicos, artistas plásticos, músicos, que ha perdido el país por mantener un sistema educativo esencialmente conductista y un maestro que más se limita a desarrollar una labor docente para la subsistencia sin una visión clara de su compromiso con la sociedad. En las sociedades tipificadas como avanzadas o desarrolladas, el sistema educativo tiene sus mecanismos para conocer cuando se está frente al estudiante que tiene el potencial para desarrollarse en un área determinada.


Son muchos los alumnos que toman como paradigma algún maestro que con su accionar se convirtió en estandarte para él o ella, pero es muy difícil encontrar en la gran mayoría de los maestros el perfil de docente que le sirva de ejemplo de vida intelectual a sus alumnos. Lo cual sería deseable para convertir la escuela dominicana en una cantera de talentos en las diferentes áreas del conocimiento; más bien los estudiantes con talentos especiales se pierden por no ser conducidos de manera adecuada y descubiertos a tiempo.


¿Cuántos profesionales o técnicos calificados fueron descubiertos por sus maestros? He aquí una pregunta que nos gustaría que alguien nos respondiera, y si la repuesta es cuantitativamente importante, entonces los maestros fueron cazadores de talentos y motorizadores del desarrollo del país.

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